“Tiempo fue lo que siempre nos falto, Julia.
Para estar juntos, para soñar toda una vida.
Tiempo fue también lo que siempre nos sobró.
Para cumplir nuestros sueños, para vivir toda nuestra vida.
Siempre enamorados, pero eternamente solos.
Jugábamos de niños en aquel parque de detrás
de tu casa.
El mismo que años más tarde nos vería
enamorarnos y darnos nuestro primer beso.
El mismo que ahora me ve llorando por ti,
porque aquel día, diste tu mejor concierto y
extasiada, dejaste este mundo.
Con una sonrisa dibujada, con la felicidad
marcada en el rostro, con el arpa todavía entre tus manos, pude ver que al fin
eras feliz.
Pero aunque te fuiste, tus veintiún gramos
siguen atormentándome.
Huelen a ti, me abrazan por detrás, al igual
que tú.
Las noches de tormenta se acurrucan en la
cama junto a mí e invaden toda la almohada.
Me apuñalan el corazón y siento frío.
Miedo, vacío.
Y es que los días no son igual sin tu
sonrisa fingida.
Las noches son tristes si no puedo secar tus
lágrimas para hacer tu risa estallar.
Julia, soy la mitad de mi mismo desde que no
estás.
Desearía volver el tiempo atrás, matar todos
tus miedos y salvarte cuando estabas al borde del precipicio.
Julia, no tengo nada más que tus veintiún
gramos de efímera existencia y no quiero vivir con ellos.
Te quiero a ti, a tus noches de llorar a
escondidas, a tus días de reírte hasta del miedo.
Parecías tan fuerte que nunca creí que me
dejarías así.
Eras tan frágil que me arrepiento de no
haberte protegido de tus fantasmas.
Yo te prometí el cielo, el sol, la luna y
las estrellas.
Te dije que siempre estaría a tu lado y nada
malo te pasaría mientras permaneciéramos juntos.
Ahora nunca sabré que era lo que
atormentaba, Julia.
¿Por qué no dejaste que te ayudara?
¿Por qué no he podido demostrar que podía
cuidar de ti?
Julia, lo siento, sé que tú no querrías esto.
No soporto no verte, ni tampoco no estar
contigo.
No puedo un día más sin ti, sin esa fuerza
que sacabas para que yo no cayera.
No aguanto los remordimientos, ni tampoco la
culpa o la verdad.
Yo fracasé y tú perdiste la batalla.
He vuelto a fracasar, pero ahora seré yo
quien pague las consecuencias.
Julia, espérame allí arriba porque el
concierto va a empezar”
Hola...vi un comentario tuyo en mi blog:wwww.elpentagramadepalabras.blogspot.com gracias por seguirme y animarte para que sigas así que tu blog es muy profundo y lleno de desgarro...un saludo:)
ResponderEliminar